El comité de vivienda la Villa Santa Raquel se propuso una meta ambiciosa: que toda la comunidad recicle y que juntos logren darle un aire verde a la localidad. Y lo lograron.
“Hace dos meses comenzamos este proyecto y hemos visto grandes resultados. Hoy todas las casas tienen un contenedor para la basura y además hemos logrado que las familias reciclen”, explicó orgulloso Jaime Montoya. “A través del Tinguiririca Participa solicitamos fondos para comprar contenedores para todas las casas, y además creamos un punto de reciclaje para que la comunidad pueda dividir los residuos”, dijo.
Junto con la adquisición de los basureros, el proyecto contempló un taller de reciclaje y la plantación de 300 árboles nativos en la villa. “Todos los vecinos, señoras, niños, jóvenes y adultos salimos a plantar un árbol. Fue una jornada muy bonita porque estuvimos todos comprometidos por una causa”, contó Montoya.