
Las centrales hidroeléctricas de pasada de Tinguiririca Energía, La Higuera y La Confluencia, se encuentran en un entorno privilegiado, por eso, desde el comienzo de su construcción, nuestra compañía ha tenido una constante preocupación por cuidar el medioambiente, lo cual está en nuestro ADN. Por esta razón, al comenzar el desarrollo de La Higuera, Tinguiririca Energía elaboró y presentó a Conaf cerca de cuarenta planes de manejo forestal, para reponer el bosque nativo que las obras del proyecto tuvo que cortar.
La construcción de estas centrales significó cortar una superficie cercana a las 150 hectáreas (ha) de bosque nativo, las que han sido reforestadas en una superficie equivalente utilizando especies nativas que fueron producidas en un vivero con semillas recolectadas en las áreas del proyecto, lo cual fue todo un desafío e implicó un gran esfuerzo por parte de nuestros colaboradores para lograr una producción 220.000 plantas de 14 especies nativas distintas.
Se comprometió con la autoridad plantar una densidad de 1.250 plantas/ha, lo que equivale aproximadamente a tres veces la densidad natural del bosque nativo en el area de los proyectos. En total significa la reposición de 187.500 plantas de diversas especies nativas, tales como: Quillay, Litre, Ciprés de la cordillera, Roble, Bollén, Corontillo, Espino, Huingan, Maitén, entre otras. Esta gran demanda fue producida anticipadamente en un vivero cercano a Rengo.
Para dar cumplimiento a este compromiso, establecido en el Decreto Ley 701 del año 1974 y en la nueva ley de bosque nativo (Ley 20.283/2008), fue necesario localizar áreas descubiertas de vegetación (así lo establece la ley) para ser reforestadas. Una vez definidas dichas zonas, se procedió a organizar las actividades de plantación por temporadas, las cuales comenzaron el año 2008 plantando cerca de 14 ha y terminaron con gran éxito el año 2010 con la reforestación de 56 ha. Todas las reforestaciones fueron ejecutadas en la Provincia de Colchagua, Región del Libertador Bernardo O’Higgins.
Características de la reforestación desarrollada por Tinguiririca Energía:
Los trabajos de reforestación fueron ejecutados de acuerdo a los más altos estándares de calidad, todo ello con el fin de lograr que las plantaciones se desarrollen de la mejor manera posible y lograr un alto porcentaje de sobrevivencia de plantas.
Entre las características destacadas de este proceso, podemos señalar:
1. Poseen una intensa preparación de suelo consistente en la ejecución de subsolado (especie de arado de una profundidad de 80 cm, ejecutada con bulldozer) que permite una rápida expansión de raíces en profundidad y aumenta considerablemente la sobrevivencia (esta actividad es práctica habitual en las plantaciones comerciales a nivel mundial).
2. Un cerco perimetral que asegura que no ingrese ningún tipo de ganado, que pudiese ramonear (comer) las plantas.
3. Riego tecnificado por goteo, que permite suministrar agua cada 15 días a todas las plantas de manera eficiente.
4. Fertilización, la que se aplica a través del riego.
5. Protección individual de las plantas, que consiste en una malla rachel triangular que impide el posible ataque de conejos, liebres y/o roedores a las plantas (daño frecuente en este tipo de plantaciones).
6. Una permanente mantención de los equipos y sistemas de riego, de los cercos, control de malezas, de cortafuegos. Estos trabajos de mantención los desarrollan empresas contratistas y sus labores se concentran fundamentalmente en la época estival.
Gracias al arduo trabajo realizado y que aún continua a cargo del equipo de Tinguiririca Energía, los resultados han sido exitosos, obteniendo crecimientos, en algunos casos sobresalientes, superando el metro de altura por año, tasas de crecimiento bastante más altas que las habituales, para estas especies nativas.
Tinguiririca Energy’s two run-of-the-river hydroelectric power plants, La Higuera and La Confluencia, are located within a very delicate ecosystem. That’s why our company has paid special attention to the environmental impact of these projects since construction began—it’s part of our mission. When starting construction on La Higuera, Tinguiririca drew up and presented close to forty environmental impact plans to CONAF, Chile’s forest service, to ensure the protection of the surrounding area.
In order to build the plant, close to 122 hectares of native forest had to be cut down, so an area of the same size will be planted with the same species now. The logistics of this were quite complicated, and required great effort.
The authorities decreed that we needed to plant trees at a density of 1,250 plants per hectare. This meant that we had to plant 152,200 soapbarks, oaks, soapberries, Andean cypresses, bollens, native strawberries, peppertrees, evergreens, acacias, and other species. This large quantity of plants came from a nursery near the town of Rengo, which produced a total of 220,000 seedlings.
In order to replant the trees, in accordance with Law 701 of 1974 and the new native forest legislation (Law 20,283, passed in 2008), we needed to find areas “uncovered by vegetation” that needed to be reforested. Once we determined the pertinent areas—all of which were in the Colchagua Province, in the Bernardo O’Higgins Region of Chile—we organized the planting operation seasonally. We began by planting 14 hectares in 2008, and we planted 56 hectares of trees in 2010.
Characteristics of Tinguiririca Energy’s Reforestation Operation:
Reforestation efforts were carried out in accordance with the highest quality standards, in order to ensure that the planted trees would grow as well as possible.
Important facts about this process:
1. The soil needed to be aerated up to a depth of 80 cm, using a bulldozer—a common practice in world-class tree plantations. This allowed for trees to take root deeply and quickly, while also increasing the likelihood of the trees’ survival.
2. A fence was built around the perimeter to prevent animals from eating the seedlings.
3. Drip irrigation systems that efficiently water all seedlings every 15 days were set up throughout the area.
4. The seedlings receive fertilizer, which is added to the water.
5. A triangular net was placed around each individual seedling, to protect it from rabbits and other rodents.
6. Ongoing maintenance procedures were set for the fencing and the irrigation systems, as well as weed abatement and brush clearing for fire prevention. This work is done by contractors, primarily during the summer months.
Thanks to the hard work of the entire Tinguiririca Energy team, we have had good results. Many seedlings have grown, sometimes surprisingly so, at the rate of a meter per year, which is a considerably higher rate than usual for these native species.